El alumno es sujeto activo de aprendizaje.

Es imprescindible "averiguar lo que el alumno sabe y enseñar en consecuencia". 

Los alumnos difieren entre sí en múltiples aspectos:
 

Y la forma de aprender de cada uno constituye la vertiente más relevante y digna de atención por parte de los docentes, ya que ajustarán su intervención educativa teniendo en cuenta tales diferencias de sus alumnos a la hora de desarrollar la actividad mental inherente a todo proceso de construcción.

Alonso, C.; Gallego, D. y Honey, P. (1994) han conceptualizado formas de aprender en diversas categorías: estilos ACTIVO, REFLEXIVO, TEÓRICO Y PRAGMÁTICO.

Los alumnos de estilo activo prefieren actividades de investigación o descubrimiento autónomo, participar lanzando ideas o resolviendo problemas en equipo. Sin embargo, aquéllos que presentan un estilo reflexivo se benefician más de un aprendizaje donde encuentran la oportunidad de pensar antes de actuar y de tomar decisiones a un ritmo propio.

Estilo activo:

• Enfrentarse a nuevas experiencias de aprendizaje.
• Generar ideas.
• Afrontar retos con pocos recursos y condiciones adversas.

• Observar, reflexionar, escuchar.
• Pensar antes de actuar.
• Investigar con detenimiento.
• Revisar, analizar. 
• Intercambiar opiniones.

• Tener objetivos claros.
• Integrar elementos en un modelo o teoría.
• Enfrentarse a situaciones complejas.
• Encontrar argumentos lógicos.

• Experimentar.
• Buscar utilidad práctica a todo lo aprendido.
• Aprender técnicas aplicables en el trabajo.
• Enfrentar cualquier tipo de cuestión práctica.

Bibliografía:

Alonso, C., Gallego, D. y Honey, P. (1994). 
Los estilos de aprendizaje. Mensajero. Bilbao.

Huerta, E. y Matamala, A. (1990). 
Niños y niñas protagonistas de su aprendizaje. Alauda-Anaya.

Kulik, J. A. y Kulik, Ch. C. (1988). 
Timing of Feedback and verbal learning. Review of Educational Research, 58 (1), pp. 79-97.
 
 

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Atributos Pedagogicos* Liliana Torres Barberis y Liliana Patricia Santacruz Valencia 

03-03-19